M. G. MAKINAS BIZKAIA

Es domingo el día de los amantes del asfalto, de aquellos cuyos corazones laten al ritmo de las revoluciones de los motores. Bajo el manto azul del cielo, las motos se colocan en posición, listas para surcar el camino de otra buena ruta de nuestro hermano Inazio: Amorebieta, Alto de Autzagane, Zugastieta, Gernika, Arteaga. Bajo el cielo despejado, las motos se deslizan con elegancia, cada una siguiendo su propio ritmo mientras avanzamos: Ereño, Lekeitio, Alto de Milloi, Berriatua.

Hacemos la parada para el descanso en Ondarroa. Con un último sorbo de café, nos ponemos en marcha.

Markina, Bolívar, Alto de Gontzagarigane, Munitibar. El asfalto caliente nos permite llevar un buen ritmo: Balcón de Bizkaia, Urrutxua, Zugastieta, Alto de Autzagane, Amorebieta, Lemoa.

Tomamos la penúltima en el Txakoli Bedia bajo una buena y con unas vistas excepcionales. Luego regresamos a casa.

Cada año, los moteros nos reunimos para participar en esta celebración emblemática. Más que un simple evento social, la comida de hermandad es un ritual cargado de significado para aquellos que compartimos una pasión común por las dos ruedas y el espíritu de libertad que encarnan. Es un encuentro sagrado, donde la lealtad, el respeto mutuo y la camaradería se entrelazan en una celebración anual única: la comida de hermandad.

Los moteros van llegando a la sede de nuestro M. G. El ambiente se llena de entusiasmo y camaradería. La razón: estábamos a punto de comenzar la celebración del día de la hermandad motera. Bebemos, charlamos. Los motores rugen en un coro unísono mientras las motos salen una tras otra y emprendemos una emocionante ruta. formando una colorida caravana que serpentea a través de carreteras sinuosas y paisajes pintorescos.

Llegamos a Artziniega, un seductor pueblo conocido por su bonito entorno natural y su exquisita arquitectura. Amoto roto M.G tiene todo listo.Hace mucho calor cuando aparcamos las motos, pero nada que no se solucione con unas cervezas.

Luego llegan la competición herri kirolak, juegos a pleno sol en los que poner a prueba nuestras habilidades y fuerza entre risas y aplausos. El calor calienta más que los tubos de los escapes de nuestras motos.

Es la hora de ir a comer al frontón municipal que el ayuntamiento nos ha cedido, para reunimos alrededor de largas mesas de madera. Compartiendo historias de viajes pasados y anticipando los futuros. unas cervezas y a la sombra esperamos hasta que se realiza el sorteo de premios.

Para los menos afortunados otra cerveza y nos vamos al concierto del grupo “3 From Hell” Banda de Bilbao, que hace una mezcla entre psychobilly, neo rockabilly, punk y country. Sonaron muy bien y con mucha calidad en sus canciones. Todo un lujoso punto y final a este gran evento motero.

La diversidad es uno de los pilares fundamentales de la comunidad motera, y la comida de hermandad ha reflejado esta riqueza de experiencias y perspectivas. todos compartimos un vínculo indestructible forjado por nuestra pasión mutua por las motos. Gracias por vuestra participación.