A las 9 de la mañana estamos como un clavo en VALOR, franquicia de los chocolateros, donde desayunamos de muerte…
Jon se pone, de nuevo, al frente de la expedición y sin perdernos cogemos de nuevo la carretera de la costa, que nos brinda paisajes espectaculares. El cielo está despejado, tiene un azul intenso, y nos paramos para disfrutar del paisaje, con las CIES siempre vigilando al fondo…
Como ya somos perros viejos, nos paramos en la primera panadería que encontramos, y compramos una empanada para comer: DE PULPO!!!! Y unas pequeñas para hacer el hamaiketako correspondiente…
Así, llegamos a Baiona, donde pagamos 1 euro por cabeza para entrar al Parador y contemplar de nuevo, lo bonito que es esta zona… El parador tiene pinta de ser un hostal de medio pelo, vamos, un “bed and breaksfast”…
Nos preparamos para entrar en la recta final de la ruta por la costa, y nos hacemos varios kilómetros con el mar a escasos metros de la carretera. De repente, nos encontramos con otro faro, El Faro de Cabo Silleiro, que será el último de nuestro viaje. Justo al lado quedan restos de bunkers, con sus cañones apuntando al mar.
Y ya del tirón llegamos a Santa Tegra, en A Guarda. De ahí contemplamos el Miño desembocar en el Atlántico, Portugal, y la unión del río, el mar, la tierra y el viento… Una preciosa meiga, nos hace una foto para el recuerdo: OBJETIVO CUMPLIDO!!!
Pero esto no es todo, ya que este monte, el Santa Tegra (o Santa Tecla), dispone de un yaciemiento arqueológico de gran interés, que se denomina Castro de Santa Tecla (o Santa Tegra). 
Solo nos quedaba hacer una cosa en A Guarda: comer. Bueno dos, tomarnos una estrella Galicia y comernos la empana de pulpo, que estaba realmente buena…
Así que, una vez tomados los cafés, nos dirigimos a Orense, sin perder tiempo, ya que teníamos unas dos horas de viaje (o más). La ruta ya no es lo que era, no vemos el mar. Nos restan un par de jornadas para llegar a casa y ya estamos pensando en el próximo viaje… cual será?
En Orense, preguntamos en un par de hoteles (4 y 3 estrellas) y están completos!!! No pasa nada, un taxista nos manda a un hotelito de 2 estrellas, una la tenía de regalo, pero ya no estamos con miramientos, necesitamos una ducha y tomarnos oooootra estrella Galicia… A escasos 20 metros del hotel dejamos las motos, en un paking viligado, que más podemos pedir?
Nos vamos al centro, pasando por As Burgas, unos manantiales termales, donde el agua está entre 64 y 68º C. Cogemos información vital para sobrevivir en Orense: guía útil de tapas por el centro. ½ makina se la estudia y parece que se le hace la boca agua mientras vemos el paso de la paloma en la plaza del ayuntamiento…
Una de pulpo, una de patatas asadas con cabrales, un perico, unos huevos estrellados, unos pimientos de padrón, y varias estrellas Galicia mientras veíamos a nuestro querido Athletic, nos hicieron volver al hotel más alegres de lo normal… gran día…
La anécdota del día fue el ofrecimiento que le hizo a Jon una vendedora de empanadas en el mercado de Abastos, ya en Orense. Había un par de puestos con unas empanadas increíbles, pero queríamos una de bacalao. Jon, educadamente le pregunta a la señora:
- ¿de que son las empanadas?
Y la señora, educadamente contestó:
- Por qué no te casas con aquella puta???
½ makina dijo: PERDÓN? Jon estupefacto le volvió a preguntar por los ingredientes, y Jon Koldo ojiplático no sabía si había oído lo que había oído… Total, que las risas fueron pocas…
Post: :½ makina
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